Qué lejos te cae, niña, lo que por acá vivimos. Qué lejos te cae lo que por acá nos preocupa. Este no es tu mundo. Esta no es tu ventana. Tu mundo es otro. Más natural, más humano y, por eso, más olvidado, más lejano. Tú no eres la niña de Rajoy. La tuya no es la paz de Zapatero. Tú eres del río, de la selva. Tu paz es la de los tuyos, la de la supervivencia. Hoy dicen que es tu día, porque tú eres mujer y tú trabajas. Trabajas tu ilusión y tu esperanza de todos los días. Y acá, de reflexión, como si eso nos acercara a tu realidad, la de los tuyos, la de la selva. No, quizás nos acerque más a nuestro ombligo, a nuestros problemas. Hoy, en este día, abro esta ventanita, pero no te asomes, que no es la tuya, sino la nuestra, para asomarnos a tu vida, esa sí que es tuya y no nuestra.